Adorni calificó al paro como «un atentado contra el bolsillo y contra la voluntad de la gente»

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El vocero presidencial cuestionó en duros términos a los líderes sindicales que impulsan la huelga, al tildarlos de «personajes que cercenaron el progreso de los argentinos durante los últimos 25 años».

 

El vocero presidencial Manuel Adorni calificó esta mañana al paro nacional convocado por la CGT para este jueves como «un atentado contra el bolsillo y contra la voluntad de la gente», al tiempo que planteó que afecta especialmente a quienes más necesitan trabajar y llevar «un plato de comida a la mesa».

 

Adorni expresó que la medida de fuerza es impulsada por «personajes que cercenaron el progreso de los argentinos durante los últimos 25 años», en referencia a las líderes sindicales de la Confederación General del Trabajo (CGT) y de los gremios que se plegaron a la huelga.

 

«Este es un paro que daña y le complica la vida a muchísima gente», dijo el portavoz del presidente Javier Milei en su habitual conferencia de prensa en la Casa Rosada. «Es un paro absolutamente inentendible», convocado por motivaciones políticas y llevado adelante sobre la base de «piedrazos, extorsión y amenazas», agregó. «Eso no es un paro», remarcó.

 

«Estamos viendo en este día la consecuencia de un esquema sindical que claramente ha quedado en otros tiempos. Hablan de acatamiento, qué difícil es medir el acatamiento cuando no te dejan movilizar ni llegar a tu lugar de trabajo y además juegan con el miedo de la gente y de los empresarios a través de la violencia y del amedrentamiento», manifestó.

 

En este sentido, indicó que hasta el comienzo de la rueda de prensa se habían recibido 1.932 llamados telefónicos en la línea oficial 134 para denunciar extorsiones. También dijo que fuerzas de choque del sindicato de camioneros bloquearon el acceso a plantas productivas en «Pacheco, San Lorenzo y San Martín», en tanto confirmó que el protocolo anti-piquetes se encontraba este jueves «vigente para hacer cumplir la ley».

 

Adorni dijo que «personas que desde hace 20, 30 o 40 años viven del esfuerzo de los demás y no del esfuerzo propio» llevaron adelante «extorsiones» en busca de impedir que los trabajadores accedan a sus lugares laborales, incluso atacando a pedradas unidades de transporte público de pasajeros.

 

Además, negó que el Gobierno se sienta traicionado por la central obrera de la calle Azopardo debido a la medida de fuerza. «No, para nada. Menos aún por la CGT, que sabemos cuál es su andar y entendemos también que esto es un paro netamente político», expresó el funcionario. «Creo que sí están traicionado, como lo han hecho casi sin descanso, a los trabajadores» y a los que probablemente no logren «poner un plato de comida en la mesa» porque «no pudieron salir hoy a trabajar», afirmó.

 

«Hay mucha gente que vive el día y dependía de salir a trabajar hoy para poder comer», subrayó Adorni, que cargó contra los líderes sindicales que convocaron al paro, haciendo especialmente mención a que uno de ellos maneja un costoso Audi A5.

 

Más paros que leyes sancionadas

 

Por otra parte, indicó que a los empleados del Estado nacional que se plegaron a la medida de fuerza se les descontará el día: «El salario es la contrapartida del trabajo; no hay trabajo, no hay salario», consignó, y digo que el Gobierno sigue abierto al diálogo incluso con el sector gremial.

 

«El tema de que no dialogamos con es una fantasía; dialogamos con todos aunque no coincidamos absolutamente en nada con este tipo de personajes. Pero el diálogo está y siempre va a estar abierto. Estamos para conversar con todos los sectores y dentro de esos sectores se incluye al sindicalismo», comentó.

 

Sin embargo, resaltó que «este Gobierno tuvo más paros que leyes, mirá en el punto en el que estamos; hacen todo lo posible para no avanzar con lo que la gente nos pidió con su voto y sin embargo paran y paran y paran». «Es raro, es una situación exótica», manifestó Adorni.

 

Consultado por la amenaza de dirigentes sindicales de llamar a una huelga nacional de 36 horas si el Gobierno no atiende sus demandas, el funcionario expresó: «No entiendo cuál es la respuesta que están esperando». «Apenas entendemos las razones de este paro, desde el lado político, menos vamos a interpretar qué es lo que pretenden de nosotros amenazando con un paro de 36 horas y evidentemente sin entender que a los que más perjudican son a los que más necesitan trabajar y tener su día lo más normal posible», acotó.

 

«Es un atentado contra el bolsillo y un atentado contra la voluntad de la gente; en este momento de la Argentina un paro de cualquier índole es absolutamente descabellado», enfatizó. A su vez, deslizó que es probable que durante el encuentro que tiene previsto encabezar Milei en Córdoba con mandatarios provinciales y el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, el próximo 25 de mayo, para rubricar justamente el Pacto de Mayo, se discuta sobre el rol del gremialismo en el país.

 

«El sindicalismo tal como lo conocemos no tiene hoy mucha razón de ser», consideró. «Hay un montón de cosas en la Argentina para discutir y ponernos de acuerdo más allá del Pacto de Mayo», dijo.

 

Por otra parte, indicó que Milei no participó de la reunión de Gabinete anunciada para este jueves en la Casa Rosada por motivos de «agenda de trabajo», y consultado por el desplome de la actividad industrial y de la construcción reportado en la víspera por el INDEC señaló que es consecuencia del «gran desorden» heredado por la administración libertaria.

 

«No es gratis que haya habido un cuarto de siglo de desastres; el kirchnerismo nos ha salido muy caro a todos», señaló finalmente Adorni, que dedicó el grueso de la conferencia de prensa a referirse al paro general de este jueves.

 

Fuente: El Chorrillero